La luz juega a despedirse. Baila detrás de la casa, de los árboles, del muro. Da un último paso y se esfuma. Pero antes se desliza por la montaña, se trenza en los caminos, y entre las nubes, ondula sus motivos siempre cambiantes.
La escolto en su repertorio. Bailamos hasta la despedida, pero antes de que se disipen sus moléculas hago una foto del atardecer y me meto dentro.
La escolto en su repertorio. Bailamos hasta la despedida, pero antes de que se disipen sus moléculas hago una foto del atardecer y me meto dentro.
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Un beso Mary.