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El fotógrafo




La luz juega a despedirse. Baila detrás de la casa, de los árboles, del muro. Da un último paso y se esfuma. Pero antes se desliza por la montaña, se trenza en los caminos, y entre las nubes, ondula sus motivos siempre cambiantes.
La escolto en su repertorio. Bailamos hasta la despedida, pero antes de que se disipen sus moléculas hago una foto del atardecer y me meto dentro.

Comentarios

Kiddo ha dicho que…
Hay paísajes que uno sueña, otros imaginados, nítidos en la memoria, pero tener una foto para ir ahí en el momento que a uno le de la gana, eso es lo más de la técnología.

Un beso Mary.
Iván Cabrera ha dicho que…
Durar en las fotografías como ese sol del atardecer dura dentro de la estatua que va abandonando, o en el interior del estanque como una moneda mohosa. Este texto me ha hecho recordar un poema mío y muchísimas fotos.

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Teorías personales 2

Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa,  las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.

Un solo pensamiento

El hueco preserva el vacío de sí mismo, que está por llenar. * Son las grietas las que edifican porque transpiran lo que soportan. * Es tan real un desierto, como incierto el oasis que se busca por incertidumbre. * Pero el mundo no se cae, porque el pájaro que aparece en su ventana recibe lo que piensa.
 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.