Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2008

Como el agua

Podrías hacer como el agua derramarte de un recipiente para buscar camino hasta un mar que te llevara a otra orilla para ser a su vez contenida en un nuevo recipiente que se volviera a derramar entre tus manos.

Los abrigos

Desde la cama miramos cómo viven los abrigos cuando cuelgan de la puerta del armario. Parecen dos amantes que descansan, inerte reflejo de nosotros. Se preguntan, desde su percha, cómo aguardar a nuestros cuerpos ante el frío de la noche.

El naranjo

"El sentido estético de la persona enterrada asume la forma de la piedra de su tumba". Yasunari Kawabata Los samuráis escribían un haiku antes de morir. Eras un guerrero, pero te fuiste sin hacerlo: Naranjo en flor abono de cenizas tú permaneces

Tenerte

Las palabras son la herramienta contra el olvido contra el miedo y la desaparición contra el dolor y el vacío. Escribo detrás de tus papeles. Sigo la línea de tus palabras. Recorro el camino de tu mente. Para volver a tenerte.

Un disparo

El tiempo que tardas para encontrar las palabras que explican eso que quieres decir sucede en el intervalo de un disparo

Miramos

Mira a ningún sitio para concentrarse y ahí donde no mira se abre una puerta. A través de ella yo también puedo mirar.
Un cielo de universos antiguos no es la enormidad que te preocupa sino el no poder abarcar con un abrazo tu despedida

las olas

Al bajar la montaña subió el mar de nubes y entonces las olas refrescaron a los bañistas

La luz

Escribo desde la silla donde sentada pienso y anoto lo que por la casa camina como un reflejo permanente y descubro la luz que la boca no alcanza a decir.
A través del cristal empañado y lleno de polvo rodando a cien kilómetros por hora con el cansancio del trayecto acumulado y el hambre de llegar por todo el cuerpo.

El paisaje desconocido

Tu calle, acuerdo entre la ventana y los peatones entre los árboles y el asfalto entre el desgaste, los adioses y los coches. Aquella carretera por la que un día pasaste sólo fue un pacto, una travesía a toda velocidad con un paisaje desconocido.

Las nubes

La ciudad que habito ama a las nubes. Se acercan por la mañana arrastrándose desde el cielo remoto y rebosan como un mar pegajoso sobre la orilla de las montañas de la ciudad que habito

El oasis

La música llegó como un manantial al jardín del Museo Batham La sombra de las nubes sobre los instrumentos y los pájaros sobre el alcornoque que cubría al gentío como el canto de doscientos alientos y un sólo oasis

Testigo

Fui testigo de mi cárcel de palabras. Fui guardiana de mi mal. Ahora, abiertos los cerrojos en orden salen al trazo al repaso a la mirada al amor

Las almohadas

Sacudes las almohadas de lágrimas y sueños incumplidos en la ventana a la respiración del amor al aire de los abrazos a la red humana que te sostiene

El tratamiento

Al entender porqué elegí la soledad abrí el diafragma al tratamiento de tu ternura
por el camino verde con botas dando pasos diminutos casi floto

Acaso

El territorio de tu cuerpo paisaje de casualidades colmado de acasos ahora ciertos

Me existes

A lo lejos allá en la vista te divisé saber que existes me existe

La guarida

Quizá podría volver a nacer en esta comarca debajo del olivo como madre detrás del río y el ciervo una guarida quizá empezaría todo de nuevo

transparente

Transparente como el té pero con tu luz me haces prismas en el corazón

la representación

Tempestad de palabras palpitantes de miedo el cielo la representó
Atardezco a tu lado desvanecerse de oro

El verdor

El verdor se instaló en la maceta de hierba como un gran parque de Irlanda en la ventana

La calma

Se parece al espacio que habría entre los pensamientos y yo misma

La secuela

Derramada de mar amor y muros agua que fragmenta paulatina secuela
Soplo que se extiende tengo para festejarte todo el mar
El vacío debería estar lleno de tanto que lo he rondado

La campana

Reconozco el infinito inmediato en tu mirada contemporáneo viaje al corazón inclinada ante el amor vibro y retumbo éste tú y yo como infinito

Transitar

Saboreo tus manos cuando cogen mi cara y tocan los rincones de mis huellas tanteo de arrugas y comisuras con tus dedos sólidos transitas con tus ojos concretas con tu amor compactas

tiempo y amor

El rastro del amor revelado imagen y tiempo cotidiana alquimia la regeneración

La semilla

Entierro los zapatos en el jardín del naranjo para conquistar ser árbol y conocerte mejor.

el encuentro

Siempre nos encontramos en la misma calle tú vienes yo voy calle que invita cierra recuerdos

antes del paseo

la ausencia

El rumor de la ausencia que retumba en las esquinas rompe el recipiente que le contiene esparcidos los restos salpican de pensamientos la entrada

Spain Kids

la ventana

Quiero que te quedes ahí grabado en la imagen del paisaje ventana que abre un recuerdo

oro

envuelta en oro amarillo y cabalgando sobre la flecha esta vez te aseguro que lo lograré

el naranjo

Atravesaré el verde convertida en fruta unida al árbol que me refugia