Conozco una araña.
Me visita.
En realidad he crecido con ella.
La primera vez que la vi grité.
Luego me acostumbré a su presencia
y de un sólo vistazo la tenía completa.
Me enseñó a enhebrar,
a tejer con paciencia
y ahora sé que el miedo
es una tela muy fina.
Comentarios
Saludos.
Sergio, muchas gracias, una vez más, por estar tras el espejo.
Que abdomen hinchado!
Y que patitas finas!
Seguro que cuando camina se tambalea! porque la tela no es rígida, sino es como el miedo de tu poema.
Que gris es!
Que forma! Que particularidad su forma hecha de formas particulares!.
Cuando ves su tela a trasluz se enciende como atravesada por electricidad, atravesada por un arcoiris, si rompés su tela, o la estirás y queda colgando, y el viento se la intenta llevar, entonces parece un arcoiris bailando con un sol que la va enbadurnando con colores vivaces.
En realidad quería decir que el sol araña la tela de araña y sangra los colores, o que en realidad quise decir que el arocoiris estaba dentro del gigante abdomen de esta araña hermosa. Que no espera como se dice comunmente, ella ya tiene los colores dentro de si.