Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa, las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.
Comentarios
Pero también pesimista. ¿No sería mejor no conformarse?
Saludos
Gracias por la visita, Waldo, siempre me haces pensar.
Creo que durante muchos años quise ser agua... de hecho creo que es el mal de muchas personas.