Gracias Pepa por los susurros de palabras vegetales y otoñales de tus últimos poemas.
Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"
"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo
Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.
Gracias a ti, Cuerpo de palabra, tu comentario alimenta. Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.
identificar las huellas de lo sucedido y de lo comprendido y fundar personas y siempre sentir la segunda piel como la posibilidad adquirida de expresar el coste de lo acaecido y querer ser para estar y disfrutar sin parar y ser lo sentido y ser libre para ser norreal
Desde la cama miramos cómo viven los abrigos cuando cuelgan de la puerta del armario. Parecen dos amantes que descansan, inerte reflejo de nosotros. Se preguntan, desde su percha, cómo aguardar a nuestros cuerpos ante el frío de la noche.
El que tarda en vestirse, en desayunar, el que invierte en salir de casa. Los pasos contados hasta el tranvía, los niños corriendo hacia el colegio. Un coche blanco le cede el paso, saluda a su conductor. Se fija en la hora, en la calle, en la gente, en el aire, como entra a sus pulmones, en el sol, como corre la cortina, en sus latidos, como significan tiempo.
El poema revela la forma deliberada. De hojas de árbol un rostro. Flores en la mesa son su sombra. 14032024: Otro día de la poesía, que es todos los días
Comentarios
Saludos.
Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"
"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo
Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.
Gracias Pepa por la savia de tus letras.
Un saludo cordial. Cuerpo de palabra
Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.