Gracias Pepa por los susurros de palabras vegetales y otoñales de tus últimos poemas.
Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"
"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo
Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.
Gracias a ti, Cuerpo de palabra, tu comentario alimenta. Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.
El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.
18 de agosto Ayer leí un texto escrito por alguien veinte años más joven que yo, y no era cualquier cosa, era el texto que siempre había querido escribir. Me sentí mayor, como si para la literatura como para el deporte hubiera que tener una edad. Luego me reí y salí corriendo. 26 de agosto A esta hora de la mañana el edificio en el que vivo se me antoja como una gran mente que acoge los sueños y pesadillas de todos mis vecinos. Entonces, si ahora salgo de mi piso, como es temprano y aún muchos duermen, seguro que veré por las escaleras las calles de los sueños. Por ellas bajan y suben los personajes, en fila los del tercero, o la pesadilla con agua de los del quinto. A los míos ya los desperté, por eso sueño.
Sobrevive el misterioso juego, sobremesa natural con esferas que giran, también naranjas con ombligo, en una cesta de fruta, bolitas de pan que vibran y tiemblan. Forman bajo el dedo, en cada almuerzo, redondas e infinitas, formas de pan, apetito de amor, voces que se reconocen, voces que explican la redondez de los recuerdos.
Comentarios
Saludos.
Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"
"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo
Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.
Gracias Pepa por la savia de tus letras.
Un saludo cordial. Cuerpo de palabra
Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.