El que tarda en vestirse, en desayunar, el que invierte en salir de casa. Los pasos contados hasta el tranvía, los niños corriendo hacia el colegio. Un coche blanco le cede el paso, saluda a su conductor. Se fija en la hora, en la calle, en la gente, en el aire, como entra a sus pulmones, en el sol, como corre la cortina, en sus latidos, como significan tiempo.
Comentarios
Lo dificil suele ser tener la capacidad para poder disfrutar ese pequeño instante sin sentir culpa.
Y creo que la culpa por sentir calma se puede excusar cuando las circunstancias son adversas, y así y todo lo mejor es siempre tener calma, para pensar antes de hablar, para pensar antes de actuar, para ver una situación con perspectiva.
La calma es la presencia, el testigo.
Gracias por pasearte por este mar de aire