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La alfombra voladora


Sus dibujos brillan como los ojos de un gato,

parecen dispuestos a colocarse de un salto en el ala del tejado,

para ver todo desde arriba y cambiar el punto de vista, piensa.

Desde abajo, pisoteada en la puerta, le queda grande la vida.

Comentarios

Bruno Mesa ha dicho que…
Igual que a la alfombra, a mí también me queda grande la vida.

Enhorabuena por el poema.
s ha dicho que…
Precioso, María José.

Que tengas buena entrada de año.
Pepa ha dicho que…
Muchas gracias, Bruno, son un estímulo, tu visita y tu generoso comentario.
Sergio, muchas gracias a ti también, feliz entrada del año para los dos.
Robanix ha dicho que…
la alfombra voladora es como alguien que te invita a pasar y te conduce al lugar que quieres ir. Por que al lugar que quieres ir, hay alfombras
Iván Cabrera ha dicho que…
Estoy de acuerdo con Bruno, a mí y a muchos nos queda grande la vida en muchas ocasiones; pero tenemos, a veces, una alfombra alada que nos lleva al vértigo: entonces la vida parece insuficiente, y juzgamos infinitos nuestras fuerzas y apetitos. Besos.

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