Al nacer, como no sabe su nombre, pregunta. Luego, como lo sabe, no recuerda quién es y calla. * Las ovejas de su pensamiento corren asustadas ante la presencia de una idea lobo. * Algo hermoso deja de serlo por exceso. Algo feo nunca deja de ser feo. * El tiempo que tarda en entender que no hay tiempo que perder pasa y se pierde.
Comentarios
Saludos.
Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"
"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo
Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.
Gracias Pepa por la savia de tus letras.
Un saludo cordial. Cuerpo de palabra
Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.