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Bordes deshilachados 26










Regalar un espejo de mano es como meterse dentro del bolso de alguien, pero con una invitación para que se comprenda.

*

No sabes cuánto le duele haberte arrojado a los pies de tus caballos, intentó avisarte, pero la luz les encandiló. Parece que lo que ilumina no siempre muestra el camino.

*

Del invierno pasado no logra recordar cómo se abrigaba, debe transcurrir primero el frío porque la necesidad hace a la memoria.


Comentarios

Javier Mérida ha dicho que…
precioso el último, pepa...
Pepa ha dicho que…
Gracias, Javier, me alegra que te llegue ;-)

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Al otro lado

Acostumbrado al peligro saltó vallas y espinas chocó contra personas y muros murió por causas injustas pero nació en ese instante al otro lado de la sombra.

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A veces las casas y las calles no son la respuesta, a veces tampoco es la montaña a lo lejos, verde, pero esperando el agua que no llega. Tampoco la forma de las nubes en ángel gigante que fabrica el viento que viene de África, el que trae la arena que envuelve el cielo como un velo que no deja respirar. Entonces tiene que ser la gente, que desde este balcón no veo, pero intuyo dentro de sus casas o conduciendo los pequeños coches que cosen la autopista lejana, la respuesta a este sin sentido tienen que ser ellos, con sus movimientos silenciosos, ese ir y venir que busca el mismo ángel en la forma de las casas, de las calles o en el cielo que nos muestre la respuesta.

oh cielos

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