Ir al contenido principal

La fotografía siempre es una ausencia




Foto: Salvo Petri

Se mueve dentro de una imagen en la que no aparece,
en la fotografía de un paisaje en el que no estuvo,
algo así como la fotografía de su ausencia.
Solo el paisaje, nadie a quien retratar.

También puede recortar su silueta
y colocarla aquí o allá,
en esta foto o en esa otra,
pero con la certeza de que nunca pertenecerá.

La fotografía siempre es una ausencia en un paisaje ajeno.

Comentarios

Iván Cabrera ha dicho que…
Hermoso poema, Pepa, me ha gustado muchísimo. Quizá yo, por oscurecer un poco la cosa, y sugerir más que afirmar, quitaría los dos últimos versos: según mi opinión, el poema ganaría mucho. Un beso.
Pepa ha dicho que…
Hola Iván, tal vez tengas razón y en la necesidad de explicar lo inconcreto se me fue la mano con los dos últimos versos. Voy a releerlo. En cualquier caso, muchas gracias por tu lectura y sobre todo por tu opinión, un beso.
Pepa ha dicho que…
La fotografía siempre es una ausencia


Se mueve dentro de una imagen en la que no aparece,
en la fotografía de un paisaje en el que no estuvo,
algo así como la fotografía de su ausencia.
Solo el paisaje, nadie a quien retratar.

También puede recortar su silueta
y colocarla aquí o allá,
en esta foto o en esa otra,
pero con la certeza de que nunca pertenecerá.

La fotografía siempre es una ausencia en un paisaje ajeno.

(Versión para Iván Cabrera)

Iván, quizá la forma en la que me acerco al poema sea más explicativa y menos enigmática, por ahora cuelgo aquí esta versión sugerida por ti pues me parece muy sano este ejercicio de la corrección, pero necesito entender porqué sobran, aun lo estoy dudando. Un abrazo.

Entradas populares de este blog

 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.

Todo por escrito

18 de agosto Ayer leí un texto escrito por alguien veinte años más joven que yo, y no era cualquier cosa,  era el texto que siempre había querido escribir. Me sentí mayor, como si para la literatura como para el deporte hubiera que tener una edad. Luego me reí y salí corriendo. 26 de agosto A esta hora de la mañana el edificio en el que vivo se me antoja como una gran mente que acoge los sueños y pesadillas de todos mis vecinos. Entonces, si ahora salgo de mi piso, como es temprano y aún muchos duermen, seguro que veré por las escaleras  las calles de los sueños. Por ellas bajan y suben los personajes, en fila los del tercero, o la pesadilla con agua de los del quinto. A los míos ya los desperté, por eso sueño.

the promise

Recojo tus porciones olvidadas a pesar de su importancia a veces te las olvidas. Recupero tu memoria todos los crepúsculos  aún siendo tu memoria no la recuerdas. Juego en escenarios clandestinos para no delatarte  para no señalarte con la flecha y que la evidencia te consuma te enseño en tus espejos y reflejos para recordarte la historia.