Ir al contenido principal

Revuelo



Foto: SP

Una paloma y una gaviota en el aire de Largo Torre Argentina hacen círculos a la misma velocidad para desaparecer de la vista con igual silueta y tamaño, como si fueran idénticas.
Tal vez la paloma al ser urbana aspire de la gaviota su olor a mar inaccesible, un mar de metal precioso y gris, pero la gaviota, que también es romana y tiene su nido en el río, está mintiendo al contarle que el mar es su paraíso.
Las dos se alimentan del aire, en esta tarde romana, pues se entiende por su revuelo que el hambre las hace hermanas.

Comentarios

Rafael-José Díaz ha dicho que…
Alimento: el aire. Paloma engaviotada, gaviota empalomada. El aire las hermana y las revuela. Te imagino en Roma. Yo me he enredado en Madrid y no sé si la Semana Santa me permitirá ir. Saludos para ti y para nuestro adoptivo romano.
Pepa ha dicho que…
Saludos para ti también, Rafael, gracias por la visita. Espero que puedas organizarte, esta ciudad merece la pena siempre, por algo la llaman la ciudad eterna, un abrazo.

Entradas populares de este blog

 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.

el fantasma

y el tiempo y el amor te sobran para esquivar las traslucidas tristezas para borrar los encuentros con el fantasma y jugar con la luz que entra por la ventana del cielo hasta la mesa de la cocina

Todo por escrito

18 de agosto Ayer leí un texto escrito por alguien veinte años más joven que yo, y no era cualquier cosa,  era el texto que siempre había querido escribir. Me sentí mayor, como si para la literatura como para el deporte hubiera que tener una edad. Luego me reí y salí corriendo. 26 de agosto A esta hora de la mañana el edificio en el que vivo se me antoja como una gran mente que acoge los sueños y pesadillas de todos mis vecinos. Entonces, si ahora salgo de mi piso, como es temprano y aún muchos duermen, seguro que veré por las escaleras  las calles de los sueños. Por ellas bajan y suben los personajes, en fila los del tercero, o la pesadilla con agua de los del quinto. A los míos ya los desperté, por eso sueño.