Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa, las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.
Comentarios
me gustó
ya nos estaremos viendo
hasta pronto!
Un abrazo
Sergio, eres siempre muy receptivo y generoso, te lo agradezco mucho, sobre todo que lo manifiestes, un abrazo.
me encanta la foto!!!!!
besos!!
Me alegro que te gusten, Antonio. El otro día hablaba con unos amigos de eso, de encontrar en un texto algo que a una le hubiera encantado haber escrito, o algo en lo que andabas pensando, gracias por tu lectura, saludos.