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Bordes deshilachados 40






Queremos a la mesa porque al quitar el mantel y ver sus huellas, las marcas de todos los descuidos, el aro de una taza o el corte de algún cuchillo, nos vemos a nosotros, nuestras son las marcas y los descuidos, tuya la taza, mío el cuchillo. Su desgaste, nuestro camino. 

*

El  reloj se acelera desde que falleció, como si la muerte de la anciana fuera el umbral de otra época, como un salto temporal oculto tras una despedida o el cambio de posición ante la línea de meta.

*

Van por delante, pero solo unos pasos. Me detengo un momento para conversar, para ver cuánto se alejan. Porque sé que las palabras se despliegan en el espacio y generan distancia. Ya no les alcanzo.

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Teorías personales 2

Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa,  las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.

Un solo pensamiento

El hueco preserva el vacío de sí mismo, que está por llenar. * Son las grietas las que edifican porque transpiran lo que soportan. * Es tan real un desierto, como incierto el oasis que se busca por incertidumbre. * Pero el mundo no se cae, porque el pájaro que aparece en su ventana recibe lo que piensa.
 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.