Ir al contenido principal

Bordes deshilachados 35










Los dos son viejos. Él cojea. Se separan en la esquina donde ella permanece vigilante. Desde allí le grita que vaya rápido. Él lo intenta. Corre calle abajo para que no le cierre una tienda y porque ella le sigue con la mirada, como si su mirada fuera un hilo del que él se agarra.Así, logro ver qué les une.

*


Cada persona por dentro vale lo que su estima le permite. Por fuera, lo que los modelos exigen. En conjunto valemos una ciudad, un país o un pueblo. Por separado, según los acuerdos, todos valemos lo mismo. En la familia, en cambio, cada uno tiene un precio. Con los amigos puede haber diferencias, pero al pasar por la calle, todos somos lo mismo. A veces valemos según el peso de nuestras ideas, otras del de nuestra cartera. Queda claro entonces que la valía de una persona también está sometida a las presiones del mercado. 

*

En los días de verano siempre coinciden los agujeros con las despedidas, como si al hacer sitio se contrajera el universo en una maleta, en una puerta que se cierra o en el sonido de un coche que se aleja.




Comentarios

Entradas populares de este blog

Teorías personales 2

Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa,  las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.

Todo por escrito

Aprendo caligrafía japonesa. Hay algo que quiero escribir que solo cabe en esos trazos. Asisto a la primera clase y me siento pequeña, insegura ante el pincel a menos diez, pero fascinada por la fuerza de la tinta negra, conmovida por el trazo y perdida entre la colina y el mar del tintero. Esta semana no he escrito nada, ni siquiera en japonés. Después de la primera clase de caligrafía solo dejo que el agua en la ducha caiga sobre mí indirectamente, igual que cae sobre el pincel, a ver si así va saliendo la tinta.
 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.