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Bordes deshilachados VII



Para que cada vez que llenamos la jarra con agua estemos llenando la jarra con agua se ha discutido mucho.

*


Se despidió de aquella ciudad leyendo en el sillón trasero del taxi y solo dejó que la ciudad se despidiera de él con el parloteo de las ruedas contra los adoquines.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Buenos los tres. Preciso y novelesco el último.

Verónico Sam

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Sobrevive el misterioso juego, sobremesa natural con esferas que giran, también naranjas con ombligo, en una cesta de fruta, bolitas de pan que vibran y tiemblan. Forman bajo el dedo, en cada almuerzo, redondas e infinitas, formas de pan, apetito de amor, voces que se reconocen, voces que  explican la redondez de los recuerdos.