Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa, las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.
Comentarios
Enhorabuena
Peskovich, gracias por tu comentario. Un amigo me dijo que este poema le hablaba de literatura, del misterio de las palabras, y ese encuentro mental del que hablas tú es también un poco eso, o a mí me lo parece, a pesar de no serlo. Saludos.
"Ya lo sabrás... " Sí, ese verso es esperanzador. Eternamente esperanzador. O no. Lo extraño del caso es que a veces ambas realidades se cruzan en un punto imprevisible de lo que somos o imaginamos ser.
Un saludo. Y hasta mañana...
D.
Al final una advertencia d eno pasar inadvertido a ningún costo:
"Ya lo sabrás... "
Si de eso se trata, saludos.
Kiddo, agradezco tu comentario pero no comprendo lo que quieres decir, un saludo ;-))