Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa, las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.
Comentarios
que curioso, hasta anoche ni siquiera sabia como te llamabas...
me encanto hablar ese ratito minúsculo contigo...
en tan poco dejaste ver mucho de ti..y creo que yo tb de mi :)
me pasare por aquí de vez en cuando
Un besote grande
que llevas viendo
en tu paisaje cotidiano
de personajes anónimos.
Tantas vidas por descubrir
como espejos donde mirarse