Sobrevive el misterioso juego, sobremesa natural con esferas que giran, también naranjas con ombligo, en una cesta de fruta, bolitas de pan que vibran y tiemblan. Forman bajo el dedo, en cada almuerzo, redondas e infinitas, formas de pan, apetito de amor, voces que se reconocen, voces que explican la redondez de los recuerdos.
Comentarios
que curioso, hasta anoche ni siquiera sabia como te llamabas...
me encanto hablar ese ratito minúsculo contigo...
en tan poco dejaste ver mucho de ti..y creo que yo tb de mi :)
me pasare por aquí de vez en cuando
Un besote grande
que llevas viendo
en tu paisaje cotidiano
de personajes anónimos.
Tantas vidas por descubrir
como espejos donde mirarse