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la imitación



Ayer escribía cartas de amor
para escribir sobre el amor

Hoy el amor
escribe mi vida

y el cielo imita
mis pasiones

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 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.
  Esa hora, en la que la noche se crece a media tarde, parece que va a derramar, para siempre, la noche.

el fantasma

y el tiempo y el amor te sobran para esquivar las traslucidas tristezas para borrar los encuentros con el fantasma y jugar con la luz que entra por la ventana del cielo hasta la mesa de la cocina