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El idioma habitual de los percheros










En la práctica son los objetos un lenguaje

de señales que se escriben cada día.

Pequeños hitos cotidianos que conforman

el idioma habitual de los percheros que explican,

de la ropa revuelta sobre la cama que vive,

de los platos dispuestos para el almuerzo de hoy.



Lo entendemos porque es nuestro ese discurso,

el lenguaje de los objetos que nos hablan,

de las cosas que nos gustan y nos pasan.

De la costumbre que tienes de vaciar

el contenido de los bolsillos en el estante,

de colocar la manta doblada sobre el sillón.



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Teorías personales 2

Verse por dentro puede ser tan doloroso como verse en el espejo, pero nunca tanto como no hacerlo. El armario es la disección de una persona. La ropa,  las evidencias para resguardarnos de nosotros mismos. Atreverse a abrirlo es una autopsia sin muerto. Hoy se puso un vestido que era igual que sus impresiones: un lazo en la cintura agarraba las tripas al corazón. Si el clima fuera electivo, a gusto de cada uno, estaría continuamente cambiando, como ahora.

Un solo pensamiento

El hueco preserva el vacío de sí mismo, que está por llenar. * Son las grietas las que edifican porque transpiran lo que soportan. * Es tan real un desierto, como incierto el oasis que se busca por incertidumbre. * Pero el mundo no se cae, porque el pájaro que aparece en su ventana recibe lo que piensa.
 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.