Es verdad, nadie se conoce, eso está claro, y que esa imposibilidad nos aleja también de los demás, también está claro. Lo que pretendía con estas palabras era reconocer ese conflicto, es decir, cuando las personas no nos entendemos creemos que es el otro el responsable, y el problema también reside en nosotros. Gracias por la visita.
Este poema tiene algo de círculo: los desconocidos que se desconocen a sí mismos. Parece habitar una sugestiva frontera, entre el dolor y la aceptación.
Muchas gracias, Bruno. Creo que saber reconocer qué es lo que separa a las personas es el comienzo para un reconocimiento futuro. Y si, hay dolor al ser conscientes de esa incapacidad y aceptación, como la única forma para empezar a andar por el camino de conocerse.
Iván Cabrera ha dicho que…
En verdad no nos conocemos del todo, si no no habría aventura. Una de las grandes experiencias de nuestra vida quizá sea la de llegar a conocernos algún día, y luego la de llegar a reconocernos: es quizá la única forma de relacionarnos con los demás para salir con ellos al jardín. Saludos muy afectuosos.
el paisaje en movimiento el mar coronado un viento arrebatador kilómetros por hora dentro y fuera en las olas milímetros en el amor da gusto verte intermitente un tiempo para pensar para fotografiar para raptar este instante ya un recuerdo grabado en la retina y en la naríz y en el cerebro todo pasa tan deprisa el movimiento desde aquí y desde ti
El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.
Comentarios
Enhorabuena.
Saludos