Escribo desde la silla donde sentada pienso y anoto lo que por la casa camina como un reflejo permanente y descubro la luz que la boca no alcanza a decir.
El hueco preserva el vacío de sí mismo, que está por llenar. * Son las grietas las que edifican porque transpiran lo que soportan. * Es tan real un desierto, como incierto el oasis que se busca por incertidumbre. * Pero el mundo no se cae, porque el pájaro que aparece en su ventana recibe lo que piensa.
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