Ir al contenido principal

Renacimiento




Estuve dormida, despierta pero dormida,
como una hoja muerta que no sabe
que será alimento para la tierra.

Comentarios

s ha dicho que…
Precioso.

Saludos.
Pepa ha dicho que…
Saludos y gracias por tu visita generosa, Sergio.
Anónimo ha dicho que…
Gracias Pepa por los susurros de palabras vegetales y otoñales de tus últimos poemas.

Me gusta mucho lo que decía Joaquin araujo del "pensamiento de los árboles"

"El pensamiento de los árboles es precisamente el oxígeno con el que en buena medida formamos nuestras ideas y nuestros sueños. Respirar ya es diálogo con el bosque" (...)Joaquín Araujo

Tu poema me ha evocado la simbiosis entre el árbol y el ser humano, y es que tal vez seamos eso: árboles con hojas y ojos que necesitamos una alquimia interior que en otoño consiste en desprenderse de lo que se quedó "seco" en nuestra alma.

Gracias Pepa por la savia de tus letras.

Un saludo cordial. Cuerpo de palabra
Pepa ha dicho que…
Gracias a ti, Cuerpo de palabra, tu comentario alimenta.
Los árboles y todos los seres nos conectamos por el aire, en ese diálogo que apuntas, creo que se trata de escucharlo para participar en él.
Robanix ha dicho que…
es como un sueño en vela

Entradas populares de este blog

el paseo

el paisaje en movimiento el mar coronado un viento arrebatador kilómetros por hora dentro y fuera en las olas milímetros en el amor da gusto verte intermitente un tiempo para pensar para fotografiar para raptar este instante ya un recuerdo grabado en la retina y en la naríz y en el cerebro todo pasa tan deprisa el movimiento desde aquí y desde ti

Testigo

Fui testigo de mi cárcel de palabras. Fui guardiana de mi mal. Ahora, abiertos los cerrojos en orden salen al trazo al repaso a la mirada al amor
 El cuerpo se queda atrás cuando me muevo. ¿Quién es la que se mueve si no hay cuerpo? Es una jaula, no el cuerpo, sino la cabeza que lo piensa. Morir, pero no de cuerpo.