Me gustaría dejar dormidas a las palabras en mi cama, aunque sería mejor barrerlas como a la azotea de mi casa. Mi casa tiene una azotea, desde allí diviso y hago como si mantuviera el orden.
Me parezco a la casa, pero no soy. El pasillo lleno de palabras, pero no son. Pensamientos que quieren abrir ventanas que no son ventanas.
Comentarios
Saludos. Me ha encantado
Saludos
Peskovich, gracias a ti por tantas cosas que me llevo en la maleta, un abrazo.