El ángel que quiere ser la nube en este crepúsculo desde San Miniato no es ángel, ni nube, ni crepúsculo desde San Miniato, es una pareja de ancianos, encorvados y enamorados, que se alejan indultándonos con una antorcha en cada mano.
Gracias Juli, me alegro mucho de tu visita y de que te haya gustado. Eso que dices de tener la sensación de estar dentro de la foto y luego el ataque de risa me recuerda lo maravillosa que eres, un abrazo enorme.
El hueco preserva el vacío de sí mismo, que está por llenar. * Son las grietas las que edifican porque transpiran lo que soportan. * Es tan real un desierto, como incierto el oasis que se busca por incertidumbre. * Pero el mundo no se cae, porque el pájaro que aparece en su ventana recibe lo que piensa.
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